Si el año pasado el grupo de autodefensa laboral (ADELA) de la Asamblea Popular de Carabanchel celebraba un año más de vida con una nueva victoria en un conflicto laboral resuelto de forma satisfactoria, en este aniversario celebramos una nueva lucha.

Asamblea Popular Carabanchel

Encabezada por nuestro vecino Valentín, hemos desarrollado junto a trabajadores y trabajadoras del grupo de empresas multiservicio Los Serenos, una campaña -en X/twitter: #AdelaVsGrupoLosSerenos- para denunciar la explotación a la que somete a sus empleados, que nos ha llevado a múltiples acciones de denuncia y presión.
A diferencia de otras ocasiones la respuesta de la empresa ha sido mucho más virulenta y represiva, pero también hemos podido contar con la solidaridad y la experiencia de nuestros compañeros y compañeras de los Sindicatos de Barrio de Madrid (sindicato de barrio de Moratalaz, sindicato de barrio de Hortaleza y la Red de Apoyo Laboral (RAL) de Vallekas) que nos dice que necesitamos rescatar los valores de la acción directa, la solidaridad y el apoyo mutuo de los sindicatos de clase de principios de siglo XX, y no solo como un eslogan sino como una práctica.

Estamos seguras de que donde la solución no se logra por las personas afectadas en el conflicto, hay asistencialismo. Y que donde no hay solidaridad y apoyo mutuo entre iguales, surge el sectorialismo y el gremialismo, donde se apoya únicamente “a los tuyos” o se toman decisiones que perjudican o ignoran a las demás.
Necesitamos seguir construyendo comunidades en lucha, agruparnos y fortalecernos en base a nuestras necesidades e intereses de clase, potenciando la autoorganización y el conflicto en torno a cuestiones materiales (y no solo laborales). Es a través de los movimientos populares, que representan el propio espíritu de transformación y expresión de la gente, que llevan a cabo luchas por su cuenta y que a veces superan por la izquierda a las organizaciones que se sienten como las canalizadoras de estas reivindicaciones. La actual lucha en los barrios de Madrid por la Sanidad pública puede ser un ejemplo de ello.

En el caso de ADELA, los ejes que definen nuestra acción siguen siendo el de convertir las asesorías en espacios donde politizar los malestares y los miedos, sacándolos de la esfera personal para convertirlos en conflictos colectivos; usar la acción directa para señalar públicamente a los responsables, abandonando la culpa, la vergüenza y la apatía; y construir espacios de resistencia, de retaguardia, e infraestructuras que nos sostengan material y afectivamente, porque sí lo personal es político, el cuidado de los grupos y las personas que lo forman, tiene que ser también una prioridad, ser esa semilla de esa otra sociedad que deseamos construir.