Plataforma contra la Privatización del Canal de Isabel II y Red de Agua Pública de Madrid
La Plataforma contra la Privatización de Canal de Isabel II y la Red de Agua Pública de Madrid han participado en la convocatoria de manifestación del 25 de marzo de 2023 en Toledo junto a una veintena de colectivos sociales y ecologistas de toda la cuenca que, aprovechando la celebración del Día Mundial del Agua, reclaman la recuperación ambiental y sanitaria de los ríos madrileños y del Tajo y exigen medidas eficaces para conservar los ríos madrileños y, así, evitar el deterioro del río.
Con el lema “Queremos ríos vivos, con agua para la vida” hemos mostrado nuestro rechazo a la situación de emergencia ambiental y sanitaria por la que atraviesan nuestros ríos.
Los ecosistemas fluviales se están convirtiendo en lugares alterados y sin vida debido, especialmente, a la deficiente calidad de sus aguas, que incumple las legislaciones europea, estatal y autonómicas.
Resulta inaceptable la inhibición de las Administraciones que deberían asegurar su conservación: la Confederación Hidrográfica del Tajo, responsable del dominio público hidráulico; los Gobiernos regionales de Madrid y Castilla-La Mancha, responsables de los espacios protegidos; así como muy concretamente el Canal de Isabel II, responsable de la depuración de aguas residuales y de los caudales que liberan los embalses. Estas Administraciones siguen sin comprender el valor de los ecosistemas fluviales y las oportunidades y beneficios sociales, económicos y recreativos que podrían ofrecer a las localidades ribereñas.
Nuestros ríos agonizan en imágenes impropias de sociedades del siglo XXI: cauces colmatados de residuos, toallitas, aguas fecales… Es inadmisible que los vertidos contaminados procedentes, entre otros, de las depuradoras del área metropolitana de Madrid sigan convirtiendo los cursos bajos de los ríos madrileños y al río Tajo en una cloaca a cielo abierto.
Es inadmisible que al tramo medio del Tajo no se le dote de caudales ecológicos mínimos hasta 2027; que la mayor parte de los ríos de la cuenca sigan sin contar con caudales de crecida. Todo ello a pesar de las sentencias de 2019 del Tribunal Supremo que obligaban a la Confederación del Tajo a dotarlos en todas las masas de agua sin excepción. Es inadmisible la continuidad de los trasvases intercuencas, unos actos que por sus efectos han devenido contrarios a la Directiva Marco del Agua. Es inadmisible el deterioro y degradación generalizada de los ecosistemas fluviales, debido tanto a una agricultura insostenible, desmesurada, tóxica e insolidaria como a ocupaciones del espacio ribereño, barreras transversales, alteraciones de los cauces, proliferación de especies exóticas… son elementos que no faltan en ninguno de nuestros ríos y que las Administraciones tienen la obligación de revertir.
No nos resignamos a continuar con esta situación. Disfrutar de ríos en buen estado es un derecho ciudadano y que exigimos a las Administraciones competentes. Aún estamos a tiempo de conseguir que los ríos de la cuenca del Tajo sean ríos vivos con agua para la vida, recuperando sus funciones ambientales, culturales y sociales. ¡Por unos ríos vivos, con agua para la vida!