Stop Desahucios Móstoles
El pasado mes de marzo nos trajo a la Asamblea de Vivienda de Stop Desahucios Móstoles grandes alegrías. La frenética actividad que desplegamos a menudo es difícil de condensar, y escasea el tiempo de echar la vista atrás para celebrar los logros, pero ahí están.
Hay que decir que este mes hemos iniciado la colaboración con la Fundación Pare Manel para el reparto de alimentos en nuestra ciudad. Parece mentira, pero dos años ya sin pandemia y aún hay familias necesitadas debido a la inflación.
Pero este mes en la Asamblea celebramos con mucha alegría la resolución de varios casos de familias adjudicatarias de vivienda pública cuyas casas fueron vendidas en 2013 a Encasa Cibeles (Goldman Sachs) por la Comunidad de Madrid. Produce un inmenso alivio que estas familias, que resistieron el acoso especulativo de este fondo buitre, por fin se vean recompensadas con lo que siempre fue justo: que les dejen vivir en sus propias casas.
Hay que señalar que el caso de Abderzak y Naziha estaba parado de forma cautelar por el Comité DESC de Naciones Unidas, al que recurrimos desde la asamblea, dada su vulnerabilidad, ante la amenaza de un desalojo inminente.
Otra victoria motivo de alegría en la asamblea de Móstoles es la consecución de algunos alquileres sociales con la Agencia de la Vivienda Social: gracias a la lucha denodada de todos los compañeros hemos podido conseguir estas soluciones por parte de la Comunidad de Madrid.
Pero continúan los problemas de vivienda en nuestro municipio a pesar del “Escudo Social”. Por eso, el día 21 nos concentramos ante el Ayuntamiento para reivindicar algunos de los casos más urgentes, como era el de Francisco, cuyo hijo está enfermo del corazón y con fecha de desahucio para el 14 de abril. Al menos el Ayuntamiento ha suspendido su desalojo provisionalmente. Pero nos acucian otros, como el de Ismail, que vive subarrendado en una habitación sin contrato. Tiene una hija pequeña y actualmente su mujer está embarazada, y es imposible que pudieran pagar una vivienda entera tal como están los precios del alquiler en Móstoles.
Otro preocupante caso es el de Paulina, que quedó viuda en 2020 y tiene ahora que hacerse cargo de todo. Sufre retrasos en los pagos de la comunidad de vecinos, y problemas también para poder pagar la hipoteca. Además del increíble trastorno que le ha causado la mala gestión del Ingreso Mínimo Vital, pues le piden ahora casi 13.000€ por cobros indebidos, con lo que la asfixia económica es total. Sorprende la insensibilidad de la Administración, que le ha estado retirando dinero incluso sin respetar el mínimo inembargable.
Nos preocupa también el desalojo previsto para el día 26 de mayo del edificio conocido como “La Dignidad”, nuestra Obra Social, al que estamos buscando una solución que pueda amparar el derecho a la vivienda de estas personas. Pero algo tenemos claro: la dignidad no se toca.
El día 27 planteamos un taller junto a RMI Tu Derecho y su Oficina Jurídica de Derechos Sociales para plantear una reclamación colectiva en base al incumplimiento de la Carta Social Europea. Esperamos que se sumen muchas de las familias que están sufriendo estos problemas para denunciar esta mala gestión del Gobierno de España.
Finalmente, el día 28, uno de nuestros compañeros se unió a las reivindicaciones de la Alianza contra la Pobreza Energética y acudió a la junta de accionistas de Naturgy a exigir el restablecimiento de la luz en Cañada Real, pues nos repele profundamente esta vulneración de derechos en la Comunidad de Madrid.
Bravo por todos nuestros activistas en la Asamblea que no solo se preocupan de esta multitud de cosas, sino que también tienen tiempo de acudir a desahucios de otras asambleas de Madrid, así como a las manifestaciones del 8M, sanidad o pensiones, colaborando con diferentes colectivos, pues juntas somos más fuertes.
Sabemos que la lucha es y será el único camino, y ahí nos encontraremos.
#SíSePuede