La consulta ciudadana es un nuevo paso en la movilización social y democrática, como ya lo fueron las anteriores movilizaciones. Es necesaria la participación y la colaboración de todas las personas que queremos defender un modelo sanitario cien por cien público, universal y de calidad
Jesús Jaén
Tras el éxito de las manifestaciones del 27 de noviembre de 2022 y del 12 de febrero de 2023, el espacio plural Vecinas y Vecinos de los Barrios y Pueblos de Madrid, que agrupa a decenas de colectivos y asociaciones, decidió dar un nuevo paso en la lucha por rescatar la sanidad pública de la especulación empresarial y del Gobierno neoliberal de Isabel Díaz Ayuso.
Este nuevo paso, meditado y muy debatido, consiste en la convocatoria de una consulta ciudadana en la Comunidad de Madrid. ¿En qué consiste esta consulta? Se ha tomado como referencia otras consultas que se hicieron, como la que organizamos la Marea Blanca en el año 2013 y que registró una votación histórica. Nada menos que 953.000 personas y con una participación de más de 10.000 voluntarias y voluntarios que salieron a las calles para poner las mesas y hacer los recuentos de papeletas. También tenemos otros antecedentes, como por ejemplo la consulta del agua del Canal de Isabel II en Madrid o las votaciones populares sobre monarquía o república.
La actual consulta sobre la sanidad pública tiene como objetivo colocar entre 1.000 y 2.000 mesas de votación en toda la comunidad para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho al voto libremente. Además de la consulta presencial también habrá una en redes sociales, donde se preguntará a la ciudadanía si apoya la consulta. El motivo de no poder llevar la pregunta presencial a las redes es porque no había garantías suficientes de limpieza democrática, ya que carecemos de censos y medios que podían ser impugnados desde las instituciones del Estado o por supuestos delitos contra la privacidad de las personas.
La pregunta aprobada por el espacio social que organiza dicha consulta es la siguiente: “¿Estás de acuerdo en exigir al Gobierno de la Comunidad de Madrid, como tarea prioritaria, la financiación necesaria que permita el aumento en la dotación de personal y medios necesarios de los centros de salud de Atención Primaria, Servicios de Urgencias Urbanos (SUAP), Servicios de Urgencias de Atención Rural (SAR) y hospitales públicos de la comunidad, para recuperar una sanidad pública, de calidad y universal?”
Como podrá comprobarse, es una pregunta que intenta responder tanto a los problemas concretos que hoy existen, desmantelamiento de la Atención Primaria, como al paradigma que ha unido históricamente todas las luchas que, desde hace más de veinte años, se vienen desarrollando en Madrid pero también en otras comunidades como Andalucía, Canarias, Galicia, Aragón, Euskadi, etc. Porque no olvidemos que, aunque los problemas son más gruesos en Madrid, el hilo conductor de todos sigue siendo el mismo; es decir, un proceso general de mercantilización y desmantelamiento de lo público en beneficio del capital privado, las empresas o los fondos de inversión.
Tras la firma del sindicato médico AMYTS con la Consejería de Sanidad en Madrid y la desconvocatoria de la huelga de médicas y pediatras de Atención Primaria, puede darse a entender que los problemas ya están resueltos. ¡Nada más lejos de la realidad! La firma del acuerdo entre médicos y Consejería se debió más al agotamiento de aquéllos que a lo que se ha conseguido. Nadie discute el derecho de éstos a negociar y firmar, lo que sí decimos es que los problemas para las usuarias y usuarios de la sanidad pública y para el resto de las categorías profesionales que trabajan en el SERMAS (Servicio Madrileño de Salud) no están ni mucho menos resueltos.
Para botón una muestra:
1. Sigue pendiente la apertura de todos los SUAP y el normal funcionamiento de los SAR.
2. Igualmente es preciso que todos los centros de salud de la comunidad funcionen al cien por cien, con turnos completos de mañana y tarde.
3. Para ello es necesario que aumenten las plantillas de todas las categorías y especialidades: médicas, pediatras, enfermeras, celadores, auxiliares administrativas, etcétera.
4. Para evitar la fuga de nuevos médicos de familia y pediatras hay que mejorar las condiciones salariales y de trabajo. Un paso en ese sentido se ha conseguido con el acuerdo firmado por AMYTS y la Consejería, pero, a nuestro entender, insuficiente.
5. Todo esto no se puede llevar a cabo si no aumentan las inversiones en la Atención Primaria al menos hasta un 25% (hoy en Madrid están en el 11%).
6. Por último, es necesario plantear que la gestión de los recursos públicos (tanto financieros como humanos) debe ser transparente y democrática, con la participación de la sociedad organizada en sus diferentes modalidades (colectivos independientes, sindicatos, asociaciones vecinales, etcétera).
Lo que está en juego en Madrid son todas estas cosas. Por eso la consulta ciudadana es un nuevo paso en la movilización social y democrática, como ya lo fueron las anteriores movilizaciones. Es necesaria la participación y la colaboración de todas las personas que queremos defender un modelo sanitario cien por cien público, universal y de calidad.