Sequía: una visión general

Plataforma Contra la Privatización del Canal de Isabel II

Las sequías son fenómenos naturales causados por la falta de lluvia que provocan escasez de agua y que vienen sucediendo a lo largo de la historia. En el siglo pasado algunos recordarán, entre otras, las que se produjeron en 1944 y en 1969. Eran ciclos de sequía.

En el presente siglo ya hemos vivido varias pero, según los expertos, ésta es diferente, ya que además de la escasez de lluvia estamos padeciendo temperaturas muy por encima de los valores normales durante periodos muy largos que, además de una disminución del agua acumulada en la superficie, suponen una merma de la almacenada en las capas freáticas de la tierra: debido a una mayor evaporación se produce menor escorrentía y filtración. A ello se suma el incremento del consumo de agua a todos los niveles.

La escasez de lluvias supone una disminución de agua que afecta no solamente al derecho humano al agua y al saneamiento, sino también a la vida en el planeta. El agua es vida; no solo un bien económico, sino un bien necesario para la existencia en el planeta de todos los seres vivos.

La crisis climática está afectando en gran manera al ciclo hidrológico en nuestro país, reduciendo las reservas de agua para todos los usos. Hablaremos del consumo humano, agricultura y ganadería y del agua como patrimonio natural.

El primero de ellos, el agua para consumo humano, debe tratarse como lo define Naciones Unidas, es decir, como un derecho humano al agua y al saneamiento, por tanto es incuestionable. Sin embargo, la escasez de agua está provocando en la actualidad restricciones en numerosas zonas del Estado, como son Cataluña y Andalucía. En algunas zonas turísticas se están tomando medidas de contención del consumo excesivo de agua en instalaciones hoteleras, playas, etc. Es labor de las instituciones competentes poner normas que obliguen a limitar los consumos excesivos, dotar de infraestructuras que faciliten el control, gestionar correctamente el agua y realizar campañas de concienciación a nivel individual y de colectivos.

En otro orden de cosas, el agua para la agricultura y la ganadería supone un consumo, dependiendo de la comunidad autónoma, entre un 70 y un 84% del total, lo que significa un importantísimo volumen que, teniendo en cuenta la crisis hídrica a la que nos enfrentamos, provocada por la crisis climática en la que nos encontramos, precisa plantearse un cambio en el modelo de producción de alimentos, que supondrá la necesidad no solo de grandes inversiones para no desperdiciar ni una gota de agua, la vuelta a los cultivos de secano, el cultivo de especies tradicionales más adaptadas a la escasez de agua, la reducción de las superficies de regadío y la mejora no solo tecnológica, sino también en las prácticas agrícolas y ganaderas, como pueden ser prácticas agrícolas que precisen de menos riego y ganaderas más sostenibles como la extensiva.

La sequía también afecta al agua como patrimonio de la naturaleza. Esta faceta del agua se encuentra, en general, muy poco presente para aquellas personas que nos encontramos lejos de las fuentes de agua y del medio natural. El agua patrimonio natural debe ser conservada y protegida; el agua que circula por nuestros ríos y arroyos para conservar su salud debe fluir por los cauces. Solo así podrá conformar un medio natural con toda la diversidad necesaria para la vida.

En tiempos de sequía, los embalses y los azudes que existen en los cursos de los ríos y que en la actualidad cuentan con poca agua disponible precisan de actuaciones prioritarias que supongan una correcta gestión. Esto supone eliminar aquellos que no tienen utilidad alguna y que generan problemas medioambientales, ya que impiden el flujo de sedimentos y tienen impacto en la vida de los peces, y de seguridad por el peligro de derrumbes.

A nivel de la Unión Europea existe la Estrategia sobre Biodiversidad para 2030, que entre otros objetivos tiene el de restaurar el flujo libre de agua en los ríos europeos. España, por tanto, está llamada a eliminar barreras de los cursos de los ríos, en infraestructuras de pequeña capacidad y sin interés por haber perdido su utilidad.

Es imprescindible una gestión adecuada de los distintos usos del agua y tener en cuenta la disponibilidad existente, contando con los distintos sectores afectados y con la peculiaridad del agua como bien ecosocial.

Hemos intentado dar unas pequeñas notas sobre el importante tema de la sequía en el escenario actual de crisis climática, que esperamos ayuden a comprender la importancia del agua por ser fuente de vida en el planeta que habitamos y del complicado entramado de actividades en las que interviene, así como la imperiosa necesidad de cambiar el modelo de producción de alimentos, de tomar conciencia sobre nuestra responsabilidad en el consumo de agua y de nuestras acciones.

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