Pensiones mínimas y no contributivas, otra cosa más de mujeres

Teresa / CoorpenMadrid-Coespe

Las pensiones mínimas son pensiones contributivas que se perciben por jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y a favor de familiares.

El porcentaje de mujeres que cobran la pensión mínima es mucho más elevado que el de los hombres. Según datos del 2021, el 29,1% de mujeres cobra la pensión mínima frente al 16,5% de hombres. Esto se debe a varios factores fundamentales. Así, muchas mujeres han tenido que dejar de trabajar o disminuir su jornada para dedicarse al cuidado de sus hijos o para encargarse de personas dependientes. Además, la mayoría de los trabajos precarios los han asumido las mujeres. Por otra parte, en las empresas los trabajos de mayor responsabilidad, y por lo tanto mejor pagados, los han desarrollado los hombres. Asimismo, no podemos olvidar que, en muchas de estas empresas, a igualdad de trabajo, la remuneración ha sido más elevada para los hombres que las mujeres. Todo esto es una injusticia social que se ha desarrollado a lo largo de los años y aunque se ha avanzado algo queda mucho por hacer. Las mujeres por lo que luchamos y seguiremos haciéndolo toda la vida es por disminuir cualquier brecha de género que exista, dentro de las cuales están las pensiones. No queremos que se nos regale nada, tenemos la valía suficiente para desarrollar el mismo trabajo que los hombres, mismo trabajo y por lo tanto el mismo sueldo, sin olvidar también que el cuidado de las niñas y niños, la atención de los dependientes en los hogares, no entienden de sexo y tiene que ser indistintamente realizado por hombres o mujeres. Además, con la paridad de género ganamos todos. Cuando el capital humano es diverso, las empresas son más productivas y creativas. Esto se ha demostrado en aquellos países que integran más mujeres en la mano de obra.

No se puede olvidar que hay un 32% de mujeres que necesita un complemento a mínimos en sus pensiones. Sin embargo, en los hombres ese porcentaje es del 16%. El complemento a mínimos lo perciben aquellas personas que, teniendo una pensión contributiva, no llega al mínimo establecido por la ley y por ello necesitan dicho complemento. El complemento a mínimos está previsto en el Artículo 59 de la Ley General de la Seguridad Social y se concede siempre que se cumplan ciertos requisitos.

Para aumentar las pensiones mínimas que cobran las mujeres se puede extender el complemento a la maternidad para las mujeres que se hayan jubilado antes del 2016. Asimismo, no tener en cuenta las lagunas de cotización que han tenido muchas mujeres al tener que dejar su trabajo o reducir su jornada laboral para cuidar a sus hijos y/o a personas dependientes y que gracias a ello muchos hombres han podido salir a trabajar.

Por otra parte, están las pensiones no contributivas, que son las que cobran aquellas personas que, encontrándose en necesidad de ser protegidos, carecen de los recursos suficientes para su subsistencia. En España el porcentaje de mujeres que cobran una pensión no contributiva es del 64,11%. Las pensiones no contributivas se subieron un 15% en julio de 2022 hasta diciembre del mismo año. En el año 2023 seguirán igual, pero no se sabe lo que ocurrirá después. De todas maneras, una subida del 15% en estas pensiones es insuficiente porque no basta para cubrir las necesidades básicas de las personas que las perciben. Volvemos a ver que la precariedad es más elevada en el caso de las mujeres mayores debido a la mayor precariedad laboral que tuvieron en su vida laboral, peores sueldos, lagunas en su carrera laboral y por ello no haber cotizado lo suficiente para tener una pensión contributiva.

Existen dos clases de pensiones no contributivas: de jubilación y de invalidez. En ambos casos es necesario cumplir unos requisitos, como pueden ser tener 65 años o más y residir en territorio español durante un período que media entre la fecha de cumplimiento de los dieciséis años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud. Para las pensiones no contributivas por incapacidad los requisitos más determinantes son tener dieciocho años o más y menos de 65, residir en territorio español y haberlo hecho durante un período de cinco años, de los cuales dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud y tener un grado de discapacidad igual o superior al 65%.

Como dice el título, las pensiones mínimas y no contributivas es otra cosa más que se asocia a las mujeres, pero esto tiene que acabar ya. No podemos olvidar que para que esto termine es fundamental incidir en la educación de las niñas y niños y hacerles ver que las mujeres y los hombres no tienen que tener roles separados en la sociedad. Por otra parte, que las jóvenes se den cuenta de que son igual de capaces que los hombres para estudiar ciertas carreras como pueden ser las técnicas, y desempeñar los mismos trabajos que ellos. Si disminuye la brecha de género en los trabajos, también lo hará en las pensiones.

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