La plataforma Salvemos Eugenia de Montijo anuncia movilizaciones y otras acciones

Ayuntamiento de Madrid y Gobierno central, a punto de cometer una tropelía urbanística en los suelos de la antigua cárcel de Carabanchel frente al rechazo de la ciudadanía

Plataforma Salvemos Eugenia de Montijo

La Comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid ratificó el 18 de septiembre, con los votos a favor de PP y PSOE, la urbanización de los antiguos terrenos de la cárcel de Carabanchel, que afecta negativamente a espacios públicos de alto valor ambiental, social, histórico y arqueológico. De hecho, no se han tenido en cuenta las alegaciones que habían realizado diferentes asociaciones vecinales, ecologistas, por la memoria histórica y de defensa del patrimonio histórico, cultural y pecuario contra este proyecto.

Salvemos Eugenia de Montijo, formada por más de una veintena de colectivos vecinales, ecologistas, culturales y sociales de de los distritos de Carabanchel y Latina, se opone frontalmente a esta tropelía urbanística. Tanto en la Comisión de Urbanismo, como en la nota de prensa posterior del Ayuntamiento de Madrid, se habla de todo lo que se va a construir aquí, en nuestros barrios, pero no de lo que se va a destruir. Ése es nuestro primer argumento para rechazar este desarrollo urbanístico.

Nada se dice de lo que se va a destruir

Nada se dice sobre que, de llevarse a cabo, las obras sepultarán las posibilidades de hallar y poner en valor uno de los patrimonios arqueológicos más importantes de la Comunidad de Madrid, con una veintena de puntos con hallazgos desde los asentamientos carpetanos, y con importantes restos de la época romana, como el mosaico de Eugenia de Montijo que se conserva en el Museo de San Isidro.

Nada se dice sobre que las obras sepultarán también la vía pecuaria Vereda Camino de Boadilla del Monte, más conocida como Vereda de Aluche. Estos caminos son un legado histórico de interés capital, único en Europa. Jurídicamente son bienes de dominio público de las comunidades autónomas, y en consecuencia son inalienables, imprescriptibles e inembargables.

Nada se dice sobre el enclaustramiento al que se someterá a la ermita de Nuestra Señora de la Antigua, el edificio en pie más antiguo (siglo XIII) de la ciudad de Madrid, ni de su recuperación y puesta en valor. Todo lo contrario, ahora abandonada a su suerte, rodeada de vertidos y aparcamientos ilegales, de ejecutarse las obras quedará eclipsada por las moles de edificios que estarán a escasos metros.

Nada se dice de la nueva reducción de superficie que sufrirá el Parque Eugenia de Montijo, y con ello la pérdida de una zona verde consolidada, con una fauna y flora compuesta por numerosas especies que la convierten en la principal área de esparcimiento para el vecindario, incluido el alumnado de institutos y colegios cercanos y las personas que residen o acuden a una residencia de la tercera edad.

Nada se dice del intento de sepultar la historia de cientos de presos que fueron encarcelados y torturados en la prisión de Carabanchel y para los que se pide un centro de la memoria en este mismo lugar como recuerdo de su lucha por la libertad y la democracia. Se pretende ocultar así que estos terrenos fueron ocupados por uno de los lugares más represivos del Estado español

Todo esto se quiere destruir, pero la plataforma Salvemos Eugenia de Montijo seguirá emprendiendo todo tipo de acciones, incluida la movilización constante de la vecindad, para evitar que se lleve a cabo.

Nos pretenden vender, dentro del despropósito urbanístico, un hospital que ocupará 40.000 metros cuadrados, cuando la media de los últimos construidos en la Comunidad de Madrid ocupa 170.000 metros cuadrados. También nos quieren vender nuevas zonas verdes decorativas en 23.460 metros cuadrados, cuando el actual Parque Eugenia de Montijo, que quedará muy afectado y destruido por las obras, ya cuenta con 74.000 metros cuadrados. Precisamente el primer intento de una nueva carretera para acceder al espacio a urbanizar ya se llevó por delante en 2005 parte del parque. Y encima anuncian que habrá 46.000 metros cuadrados de vías públicas, es decir, el doble que zonas verdes.

Por último, se refuerza la presencia del centro de internamiento de extranjeros (CIE Aluche), cuando también pedimos que esa zona construida se destine a usos sociales pacíficos y no carcelarios, y no sirva para privar de libertad a personas por el único hecho de ser migrantes.

En fin, aquí todo el mundo saca tajada: el Ayuntamiento de Madrid con varias parcelas adjudicadas; el Gobierno del Estado, a través de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE), propietaria de los terrenos de la cárcel; una empresa privada, Pryconsa; y la Comunidad de Madrid, que se lava las manos a la hora de proteger bienes de interés público como la Vereda de Aluche y la ermita de Nuestra Señora de la Antigua.

Todo el mundo saca tajada menos la ciudadanía, cientos de personas que día a día paseamos, jugamos, respiramos, corremos, pedaleamos, plantamos, cultivamos, cuidamos, respetamos y admiramos este trozo de vida que pretenden destruir entre la especulación y el sinsentido urbanísticos. Pero esa misma ciudadanía es la que está dispuesta a defender este trozo de vida hasta el final.

HEMEROTECA

Solidaridad en Acción

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