Reflexionamos y nos organizamos para seguir y mejorar
Jorge Aranda
Quienes defendemos la sanidad pública de quienes quieren desmantelarla y privatizarla entendemos que entrábamos en un año sumamente importante. Tras el natural parón veraniego y la doble jornada electoral regionales/locales y las estatales, tocaba retomar la lucha y seguir organizándonos por toda la región y plantando cara a quienes destruyen una conquista social histórica como es la sanidad pública, gratuita, universal y de calidad.
En el verano habíamos asistido a cómo la Administración regional cerraba camas hospitalarias y no cubría los puestos de trabajadoras y trabajadores que se iban de merecidas vacaciones. Lejos de usar el verano para paliar las listas de espera, lo que nos hemos encontrado es que esta situación generaba un escenario en el que dichas listas de espera se disparaban
Ya desde inicios de septiembre las concentraciones y movilizaciones volvieron a muchos territorios. Villaverde, Carabanchel, Rivas, Arganzuela y distrito de Latina, pero también a otros territorios como la Sierra Norte con la manifestación hasta el Centro de Salud de Manzanares el Real. En estos territorios las manifestaciones son la parte más visible, casi la punta del iceberg, de un trabajo constante y sumamente invisibilizado que vecinos y vecinas llevamos a cabo de forma desinteresada, pero que es imprescindible para garantizar el éxito de otras movilizaciones más visibles.
Además, el pasado 23 de septiembre las compañeras y compañeros de Villaverde organizaron un magnífico acto lúdico-festivo por la sanidad pública que fue todo un éxito.
Jornadas
Pero sin duda la clave y el evento más reseñable de este inicio de curso para quienes defendemos la sanidad pública en la Comunidad de Madrid han sido las jornadas organizadas por Vecinas y Vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid. El pasado curso habíamos tenido el éxito de las enormes movilizaciones del 13 de noviembre y 12 de febrero, en las que participaron centenares de miles de personas y quedó claro que somos muchas quienes defendemos la sanidad pública. También hicimos la Consulta Popular por la Sanidad, en la que más de 300.000 personas participaron. Por eso queríamos en este inicio de curso dedicar el tiempo necesario para organizarnos mejor. Necesitábamos generar el espacio y las condiciones para realizar la reflexión necesaria, ver los aspectos positivos y negativos y muy especialmente dotarnos de una estrategia y estudiar los siguientes pasos a dar en nuestra lucha.
Las jornadas se dividieron en tres días consecutivos. Participamos varios cientos de personas de distintos territorios de la Comunidad de Madrid, profesionales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) pero sobre todo vecinos y vecinas, que son quienes están protagonizando la defensa de la sanidad pública. Para la exitosa realización de las jornadas contamos con el compromiso y la inestimable ayuda de la dirección y estudiantes del Colegio Mayor Teresa de Jesús (en el que se celebró este evento).
El viernes 6 de octubre arrancaron las jornadas. El punto principal ese día y base de las jornadas era el análisis de la situación actual de la sanidad pública en la Comunidad de Madrid. Este análisis fue llevado a cabo por profesionales del SERMAS y especialistas en el tema en cuestión que compartieron y pusieron en común con las personas asistentes una reflexión necesaria y que hemos de tener en cuenta, pues para incidir en la situación de la sanidad y defenderla es necesario un análisis pormenorizado y una puesta en común. Así hubo ponentes que informaron de la situación en la asistencia hospitalaria, de las dinámicas, del estado actual y de la situación que se prevé y los escenarios que nos podemos encontrar. También dedicamos un punto a la Atención Primaria, un elemento fundamental de la política sanitaria y que se encuentra sumamente mermado y ha cargado con una parte importante de los recortes de financiación y de personal. El último punto del viernes se dedicó a la situación de las urgencias extra-hospitalarias reabiertas pero sin personal médico tras varios años cerradas desde el inicio de la pandemia. La metodología de las jornadas fue de ponencias, pero estas ponencias también se combinaron con talleres muy participativos y fluidos. Pensamos que esta metodología no era casual, sino que facilitó que las personas de distintos territorios pusieran en común y nos enriqueciéramos mutuamente.
El sábado afrontamos un balance de la experiencia de la huelga de facultativos del otoño pasado y el encierro de éstos en Manoteras. También hubo un espacio para las luchas que ha habido en distintos barrios y pueblos de la Comunidad de Madrid. Se analizó lo que se ha venido haciendo y cómo las manifestaciones son el resultado de un trabajo constante y muy a pie de calle en los territorios. Vimos que hay muchas formas de defender la sanidad pública y muchas maneras de afrontar este reto, que vamos a llevar a la práctica.
La experiencia de las residencias durante la pandemia y los “protocolos de la vergüenza” que impidieron la atención sanitaria y provocaron el abandono a los residentes que no tenían seguro privado también tuvieron un espacio en las jornadas. El testimonio de profesionales de las residencias y familiares de personas abandonadas y que murieron sin poder disponer de asistencia médica es una de las páginas más horribles de nuestra historia reciente, y fueron tratadas en estas jornadas. Esperemos que se haga justicia y que las personas responsables de este espanto asuman la responsabilidad que les toca.
El último día de las jornadas la reflexión giró en torno a las personas afectadas por la COVID persistente, la situación particular que se les ha generado y la necesidad de que las Administraciones afronten esta nueva situación. No se puede ignorar este problema. También se trató un tema que absorbe una parte importante del presupuesto sanitario, como es el de la industria farmacéutica y el sobreprecio de los medicamentos. Los datos al respecto son sumamente interesantes y reveladores, y abren un campo de posibilidades a explorar. Y por último, de la asociación Audita Sanidad hicieron un análisis de la transparencia y la rendición de cuentas económicas de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Informaron de las irregularidades detectadas vinculadas al fraccionamiento de contratos para poder asignarlos sin concurso público y la necesidad enorme de una auditoría ciudadana de las finanzas que evite la corrupción y el despilfarro de dinero público. Cerramos las jornadas con un balance y puesta en común, así como una recopilación de los acuerdos y las conclusiones obtenidas de tres días de importante trabajo y coordinación de muchísimas personas, sensibilidades y conocimientos.
Con la participación de todos y todas conseguimos que las jornadas fueran un éxito, que quienes participamos en las mismas saliéramos con muy buena impresión y considerando que las jornadas habían sido fructíferas y habían merecido la pena. Salimos con energía y más coordinados y llenos de propuestas para seguir el curso defendiendo la sanidad pública. Ya hay muchas iniciativas para distintos territorios que tenemos que ir perfilando. El próximo 27 de octubre se cumple un año de la reforma de las urgencias rurales que dejó a muchos municipios sin médicos de urgencia. Este nefasto aniversario quiere ser recordado con una protesta en la mismísima Delegación de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. También se vio la forma de mostrar nuestra solidaridad y necesidad de recuperar las urgencias del Hospital de Arganda, que ha pasado de tener 25 médicos y médicas en ellas a tener en la actualidad solo 12, con la consiguiente e inevitable pérdida de calidad asistencial. Esto es solo una muestra, un exponente de la política de desmantelamiento deliberado llevado a cabo por el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Por eso hacemos un llamamiento al conjunto de la sociedad madrileña a participar y a organizarse con nosotros y nosotras para ser inflexibles en la defensa de la sanidad pública. No podemos permitir que algo tan importante y necesario sea destrozado por los que quieren dejar la sanidad en manos de fondos buitre a los que solo les importa su beneficio.