Por
ADELA
Grupo de AutoDEfensa LAboral de la Asamblea Popular de Carabanchel
Cuando tu empresa no te paga bien el salario, ni las horas extras, ni puedes disfrutar de vacaciones, la única opción es la autodefensa laboral. Desde ADELA, el grupo de AutoDEfensa LAboral de la Asamblea Popular de Carabanchel, hemos emprendido una nueva lucha, en esta ocasión contra la empresa de montaje de ferralla Fepesma, situada en el distrito madrileño de Vallecas.
Sin embargo, el verdadero protagonista de esta historia es Mor, que estuvo trabajando para esta empresa durante dos años. Es procedente de Senegal y llegó a España con el objetivo de conseguir un trabajo que le diese la oportunidad de sacar adelante a su familia y tener una vida más digna. En el período de tiempo que estuvo trabajando para Fepesma, jamás respetaron el derecho de toda persona trabajadora a tener vacaciones anuales. Si se tomaba días de descanso durante el verano, simplemente no le pagaban. En plan “te dejamos que te vayas un mes, pero no te lo vamos a pagar”. Y es que hay empresas que creen que pueden hacer lo que quieran con la clase trabajadora, y más concretamente con personas migrantes que se enfrentan a mayores situaciones de vulnerabilidad.
Mor tampoco recibió el salario que ordena el convenio colectivo de su sector, sino uno menor. Sus nóminas de cada mes parecían improvisadas, aleatorias y sin ningún sentido, ya que cada salario mensual era siempre de cantidades diferentes que no se corresponden con la legalidad vigente. Y es que hay empresas que creen que pueden jugar con nuestro dinero, sin importarles las cuestiones personales a las que tenemos que hacer frente mes a mes, tales como pagar el alquiler y las facturas, enviar dinero a nuestras familias, comer… En definitiva, lo que viene siendo vivir.
Además, esta empresa no respetó el tiempo y la fuerza de trabajo de Mor, obligándole a hacer horas extraordinarias por encima del límite legal permitido, que tampoco le remuneraron correctamente. Mor también ha visto dañada su salud, ya que desarrolló una lesión en su espalda debido al esfuerzo físico que implicaba realizar las tareas de su trabajo, lo que le obliga a estar de baja médica.
Ante esta situación, Mor decidió acudir a ADELA, informarse sobre sus derechos y emprender distintas acciones legales y de autodefensa laboral para proteger sus derechos. Lo que sucedió después es que Fepesma le despidió. La empresa tomó esta decisión, como represalia, tras ser denunciada en varias ocasiones. Habrá varios juicios, uno en 2025 (por su despido) y otro en 2026 (por las cantidades de dinero reclamadas).
Por otro lado, es importante destacar que Fepesma ha sido denunciada más veces por otros trabajadores. Se trata de una empresa que suele contratar a personas migrantes procedentes de Senegal, realizando correctamente los trámites legales como dar de alta en la Seguridad Social a la plantilla y hacer contrato de trabajo (algo por lo que no les vamos a dar un premio, porque es su deber), cuestión de la que presumen. Sin embargo posteriormente incumplen numerosos derechos laborales.
Cuando los trabajadores denuncian, como es el caso de Mor, no muestran ninguna intención de llegar a un acuerdo que sea justo para el trabajador, la actitud de los jefes es de “yo soy un trabajador más”, cuando en realidad han sido los responsables de dar muchas de las directrices con las que se han vulnerado derechos, y lanzan amenazas (que no logran dar miedo a nadie) con el objetivo de que aumente la situación de indefensión de quienes trabajaban para ellos.
Fepesma debe a Mor mucho tiempo de descanso y mucho dinero. Por eso, mientras llegan las fechas de estos juicios, Mor seguirá movilizándose junto ADELA, bajo la campaña #ADELAvsFepesma para dar a conocer esta historia y presionar a la empresa para que pague lo que le deben.
https://www.youtube.com/watch?v=VqwqYRyGhLQ&t=1s