Por
María Isabel de Barrio Tejada
Médico de Urgencias Extrahospitalarias de Navas del Rey
Como todas las cuestiones de la vida, la situación actual debemos valorarla teniendo en cuenta los diferentes puntos de vista de los afectados
Pacientes:
— Los de los antiguos SUAP (Servicios de Urgencia de Atención Primaria urbanos) comprueban día tras día que sus dispositivos casi nunca cuentan con la seguridad de tener un equipo completo con un médico, que pueda diagnosticar y pautar el tratamiento a aplicar en cada situación, sin necesidad de valoración en hospital.
— Los de los antiguos SAR (Servicio de Atención Rural), han visto que ahora faltan médicos donde antes no faltaron nunca, por lo que han de peregrinar de dispositivo en dispositivo, a la búsqueda de médico… o recurrir para cosas relativamente menores a la Urgencia Hospitalaria.
— En la Urgencia Hospitalaria han aumentado los tiempos de espera para ser atendidos, los ingresos se retrasan más, los profesionales que las atienden están más frustrados y agotados, lo que pone en peligro la seguridad del paciente.
— Han empeorado su salud y se han llegado a perder vidas por el retraso en la asistencia secundario a la situación y valoran de forma mucho más negativa el servicio sanitario público.
Administración sanitaria de la Comunidad de Madrid:
— Ha conseguido parcialmente su objetivo de cubrir los dispositivos de urgencias extrahospitalarias sin aumentar personal y sin esfuerzo económico “aparente”.
— Ha vivido los dos años más difíciles, con diversas huelgas profesionales, que han evidenciado los muchos fallos de organización y gestión.
— Ha sufrido tres grandes manifestaciones en las calles de Madrid en apoyo a la sanidad pública.
— Ha tenido que incrementar los incentivos económicos y laborales en todo el sistema, para no perder aún más profesionales, debido al maltrato que se les ha dado a todos los niveles.
— Tienen cada vez mas dificultades para cubrir las guardias extrahospitalarias.
— Tienen que afrontar multitud de demandas judiciales contra el despropósito del procedimiento usado para la citada reorganización.
Profesionales:
— Atención Primaria y Pediatría: han visto sobrecargarse aún más sus consultas por el anormal funcionamiento de los dispositivos de urgencia extrahospitalaria.
— Urgencia Hospitalaria: han visto aumentar el número de pacientes que deben atender, debido en gran parte a la falta de equipos completos en las Urgencias extrahospitalarias y las demoras en conseguir cita en Atención Primaria, ya que más pacientes acuden al hospital por cuadros clínicos que antes se resolvían en esos niveles.
— Hospitales: han visto saturados sus servicios de Urgencias por problemas relativamente menores de salud…
— Urgencia extrahospitalaria:
• Han visto destruidos sus equipos, perdiendo compañeros por el maltrato ejercido.
• Enfrentan la falta de profesionales médicos en las guardias con una incertidumbre y ansiedad constantes ante las situaciones vitales de los pacientes, sufriendo problemas de salud importantes, físicos y mentales, como consecuencia.
• Han perdido sus plazas en propiedad, viendo cómo después se ofertaban a otros profesionales con menos puntuación.
• Han sido desplazados a grandes distancias de sus domicilios, aumentando su tiempo y riesgo en carretera.
• Se les ha complicado la organización de las planillas anuales, por un sistema informático de origen hospitalario con importantes fallos para adaptarse a la Urgencia extrahospitalaria.
• Han iniciado demandas judiciales contra el procedimiento usado para esa reestructuración, sin la aprobación de la Mesa Sectorial, y sin causa legal justificada.
En resumen, este proceso de “reorganización”, del que se cumplieron dos años el 27 de octubre, ¿a quién ha beneficiado?
Nos toca a todas las partes hacer una profunda reflexión, y ponernos a trabajar juntos para volver a tener la Urgencia extrahospitalaria y la sanidad pública que todos, pacientes, Administración y profesionales, nos merecemos…