La Flotilla señala el ilegal bloqueo de Gaza y reclama libertad para Palestina

Santiago González
Flotilla de la Libertad

La Flotilla de la Libertad es una coalición internacional de la sociedad civil, apartidista, compuesta por campañas de Canadá, Nueva Zelanda, Suecia, Turquía, España (cuyo componente es Rumbo a Gaza)… con el propósito de romper el ilegal bloqueo que Israel ha impuesto a la palestina Gaza desde 2007.

Gaza, como el resto de la Palestina histórica, está ocupada por el Estado de Israel, y en su caso, sufre un bloqueo por tierra, mar y aire. Bloqueo que incluye su subsuelo marino y su bolsa de gas que se encuentra enfrente de sus costas.

El bloqueo fue impuesto tras la victoria del partido Hamás en las elecciones celebradas un año antes. La complicidad occidental se debe señalar. La UE, Estados Unidos, etc., establecieron tres condiciones para reconocer al Gobierno resultante de unas elecciones democráticas: reconocimiento de Israel, aceptación de los Acuerdos de Oslo y no uso de la violencia. Exigencias que se marcaron complementariamente a los diferentes Gobiernos israelíes: reconocimiento de Palestina, cumplimiento de los acuerdos de Oslo, no uso de la violencia.

Israel reconoció a la OLP como movimiento, pero nunca ha aceptado un Estado palestino, ni las fronteras de 1967; la colonización de tierras palestinas, nuevos asentamientos, la judaización de Jerusalén, etc., son contradictorios con los Acuerdos de Oslo; la violencia es intrínseca al ejercicio de la ocupación israelí. De ahí, la represión, asesinato y encarcelamiento de la población palestina. Todo ello demuestra que el sionismo con su supremacismo sigue siendo la ideología del Estado israelí incompatible con una paz justa.

La población de Gaza de más de dos millones, mayoritariamente refugiados, ellos y sus descendientes fueron expulsados de sus tierras en los años 1947 y 1948. Fueron más de 700.000 palestinos expulsados de sus hogares, en la denominada Al Nakba. En el caso de Gaza eso explica el contraste entre la densidad de población gazatí de 5.750 personas frente a la de la población israelí en los alrededores de 48 personas por kilómetro cuadrado.

Pues bien, ante esta realidad de bloqueo de Gaza impuesto por Israel con la complicidad de Egipto y el resto de la comunidad internacional, la coalición de la Flotilla por la Libertad pretende dar esperanza al pueblo gazatí.

No asume los dictados israelíes y su control. Pretende la libertad de movimientos, de forma pacífica, de la población de Gaza.

Para ello, en 2009, con el precedente existente de navegación exitosa de iniciativas de Free Gaza Movement se formó la coalición de la Flotilla. Su primera navegación con varios barcos la encabezaba el buque Mavi Marmara, con ayuda humanitaria y cientos de activistas. El barco fue asaltado, en aguas internacionales, por la Armada israelí, que cometió diez asesinatos.

Posteriormente y en la medida de los recursos de las diferentes campañas, hay una continuidad: en el año 2011, desde Rumbo a Gaza se abanderó el Gernika junto a barcos de otras campañas, pero el Gobierno conservador griego impidió la salida de los navíos y un único barco pudo acercarse a Gaza, siendo asaltado por los israelíes; en el año 2012, se navegó con el velero Estelle, que fue nuevamente asaltado en aguas internacionales por la Armada israelí; en el año 2014, la Flotilla apoyó la construcción en Gaza del barco Arca de Gaza para que llevase productos palestinos a Europa. En este caso, los israelíes lanzaron desde su Armada bombas incendiarias hasta la destrucción del barco palestino.

Hay que señalar que los pescadores gazatíes no pueden faenar más allá de 6 a 12 millas, según sea la permisividad israelí, siendo muchos de ellos ametrallados y asesinados.

En 2016, se logra fletar el velero Zaytouna-Oliva, con tripulación y pasaje exclusivamente de mujeres. A pocas millas de la costa de Gaza, y nuevamente en aguas internacionales, de nuevo fue pirateado por la Armada israelí. En el año 2018, se fleta un antiguo pesquero y nuevamente el Al Awda (“el retorno”, un guiño al derecho al retorno de los refugiados) es asaltado y apresados sus participantes.

La última expedición este mismo año 2024, compuesta por varios barcos con 5.500 toneladas de ayuda humanitaria y cientos de participantes, impulsados principalmente por el socio turco IHH, se enfrentó a la retirada de la bandera de la matrícula del barco por parte de Guinea Bissau y la negativa del Gobierno turco a permitir zarpar del puerto. Se ha frustrado una vez más la posibilidad de romper el bloqueo. La Flotilla cuenta finalmente con un antiguo pesquero, el Handala, que después de una travesía desde Oslo y llegar a Malta necesita ser reparado para continuar su navegación hacia Gaza, si la climatología del Mediterráneo en otoño lo permite. El Handala fondeó en múltiples puertos, donde comités locales han organizado muchas actividades de sensibilización reflejadas en los medios, y desarrolló trabajo político con autoridades locales, contra el bloqueo de Gaza y a favor del boicot, desinversiones y sanciones a Israel.

¿Por qué después de tantos apresamientos se sigue apoyando a la Flotilla de la Libertad?

La Flotilla tiene como misión romper el bloqueo de Gaza. Reclama a nuestros Gobiernos, sean locales, regionales o estatales, coherencia. Defiende el derecho internacional y reclama que se aplique. Exige el libre movimiento de y hacia Gaza. Reclama que nuestros Gobiernos reclamen indemnizaciones por los daños materiales realizados por la potencia ocupante. ¿Alguien sabe que España contribuyó a la construcción del aeropuerto de Gaza, destruido gratuitamente por los israelíes, y que ningún Gobierno del PP, PSOE o de las diferentes coaliciones ha reclamado daños y perjuicios al Estado de Israel? Que no comercie con armas con ese Estado pirata y delincuente.

La Flotilla es el dedo acusador a nuestro Gobierno, a la UE, a la comunidad internacional por no cumplir y hacer cumplir el derecho internacional. De ahí la exigencia a los Gobiernos de que acometan acciones coherentes, más allá de lo simbólico, que no sean cómplices de los crímenes diarios que la ocupación y supremacismo israelí cometen. Es mucho esfuerzo y dinero empleados. Pero no podemos dejar que los palestinos se sientan solos. Hay que acompañarles hasta encontrar justicia y una paz justa.

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