La Atención Primaria estalla en Madrid con consultorios sin médico: ‘Ya no serán centros de salud’

Un sistema ya tocado recibe la puntilla con un nuevo protocolo de la Consejería que normaliza la ausencia de médicos de familia en los centros de salud
Marina Velasco /
huffingtonpost.es

Durante
Durante la media hora que dura su conversación con
El HuffPost,
HuffPost, Sheila Justo, vicepresidenta de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), recibe al menos dos llamadas del extranjero para ofrecerle contratos para sanitarios españoles. “Esta vez es de Inglaterra, pero nos pasa todo el rato. Llaman muchísimo de Reino Unido y de Francia, sobre todo del Pirineo francés”, cuenta. Y muchos médicos de familia aceptan esas ofertas. Si no, “se van a la privada o a Urgencias, buscan otras salidas profesionales, hacen másters, se van a otras comunidades”, relata Justo. Casi cualquier alternativa les parece mejor que ser médico o pediatra en la Atención Primaria (AP) de la Comunidad de Madrid.
A la vista están los últimos datos: de los 79 residentes de Pediatría que han acabado el MIR en la región este año, solo uno ha decidido coger plaza en la Atención Primaria madrileña; en cuanto a médicos de familia, de los 219 que han terminado este año su residencia, solo 20 han querido quedarse a trabajar en un centro de salud de Madrid.
La Consejería de Sanidad hizo un nuevo llamamiento esta semana para ofrecer plazas
a priori
de larga duración a médicos que ya están en la bolsa de trabajo. El éxito de esta convocatoria también ha sido exiguo: de 46 puestos ofertados en Pediatría, solo cinco han sido cubiertos; en Medicina de Familia se ofrecían 197 puestos, de los cuales 59 fueron cogidos. Paradójicamente, a esta última convocatoria acudieron casi 400 candidatos. La mayoría salió del edificio como entró: “Fueron a ver las plazas y no les resultaron interesantes”, resume Justo. “Lo que se ofrece no convence a la gente, prefieren rechazarlo. Así que ahí tenemos un problema”, zanja. ¿Por qué no convencen a los profesionales estas plazas en AP? Porque si las aceptan saben lo que les espera: “agendas infinitas”, sobrecarga laboral, estrés, horarios mejorables y falta de reconocimiento. “Hay una sobrecarga asistencial que ya es un hecho”, afirma Justo. “Durante seis o siete años de crisis, no se han creado plazas. Los profesionales deberían tener unos cupos de 1.300 o 1.400 pacientes, pero actualmente tienen hasta 2.400. Un médico puede estar viendo 70 u 80 pacientes por día”, explica la vicepresidenta de AMYTS. “Es imposible llevar eso a diario”.
‘El pez que se muerde la cola’, más un polémico protocolo
El sindicato calcula que, si se cumplieran los cupos normales, en Madrid tendría que haber 750 médicos y pediatras más en la Atención Primaria. A esto hay que añadir otro cálculo: en Madrid habrá unas 1.200 jubilaciones de médicos en los próximos cinco años.
Toda esta situación es “el pez que se muerde la cola”, describe Sheila Justo: “Plazas que no se cubren, mayor sobrecarga a los que están en el centro, peores condiciones laborales, agendas infinitas, y así hasta llegar a un círculo imposible”. La historia no es nueva, pero parece que ha llegado a un punto de no retorno. La Comunidad de Madrid ya elaboró un Plan Integral de Mejora de la Atención Primaria con 200 millones de presupuesto, algo que las organizaciones tacharon de “propagandístico”, “nimio” y “totalmente insuficiente”. “No se necesita un plan de mejora, sino una reforma profunda integral de la AP”, remacha Sheila Justo.
En esa tesitura, los médicos se van: al sector privado donde en vez de ver a 80 pacientes atienden a 20, explica Justo , a comunidades donde los centros de salud no abren hasta las 21:00 como Castilla – La Mancha o al extranjero. Hasta hace poco se oían, de forma casi cíclica, las advertencias sobre la falta de médicos en la Atención Primaria madrileña, habitualmente más acuciante en verano. Hoy no son advertencias, sino una constatación. La Consejería de Sanidad elaboró hace unas semanas un “Procedimiento de actuación ante la ausencia de médico de familia en un centro de salud”. En él establece que, ante la ausencia de médicos en un centro de salud, sean las enfermeras las encargadas de gestionar cierta atención a pacientes.
Qué tendrán que hacer las enfermeras si no hay médicos
A falta de médicos, la actuación del centro de salud variará en función de tres supuestos, según el nuevo protocolo: si la consulta es “demorable”, se aplaza la cita al paciente; si es “no demorable”, enfermería valora y atiende al paciente y, si es necesario, lo deriva “a un dispositivo cercano” (con médico); si es una emergencia, se contactará “con el centro más cercano asignado para solicitar la presencia de un médico” mientras el personal de enfermería lleva a cabo “las actuaciones correspondientes para resolver el problema” hasta la llegada de una ambulancia. Este inusitado protocolo fue acogido con estupefacción, tanto por médicos, como por pacientes, como por parte de las enfermeras. “Un centro de salud que no tiene médico de familia no es un centro de salud ni responde a las necesidades asistenciales de la Atención Primaria, en todo caso será un centro de atención de enfermería”, respondió la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (ADSPM).
“No concibo un centro de salud sin médicos, como tampoco lo concebiría sin enfermeras. Cada uno tenemos nuestras competencias”, replica Sheila Justo, que comparte visión con la ADSPM: “Si un centro de salud no tiene médicos, habrá que dejar de llamarlo centro de salud. En todo caso, será un centro de cuidados, como era antiguamente la beneficencia”. Las organizaciones también coinciden en la receta: “Tiene que haber un protocolo de medidas urgentes de contratación de médicos”, y no un protocolo sobre qué hacer cuando no hay facultativos.
‘No vamos a poder resolver los problemas de la población’
Las enfermeras, por su parte, también dieron su respuesta. “Nos piden asumir más competencias, sin seguridad jurídica, con los mismos recursos y en las mismas condiciones”, señaló el sindicato de Enfermería SATSE. “No vamos a poder resolver los problemas de la población”, explica Carmen del Moral, responsable de Atención Primaria de SATSE Madrid. “No podemos prescribir absolutamente nada, ni siquiera un paracetamol”, apunta la enfermera. SATSE sostiene que “las enfermeras pueden asumir más competencias, pero siempre y cuando exista una seguridad jurídica plena con protocolos estandarizados y consensuados con Colegio de Enfermería y sociedades científicas enfermeras”. El sindicato considera que el documento de la Comunidad de Madrid tiene “escaso valor práctico” y va “encaminado a precarizar la Atención Primaria” en la región.

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